Senderismo en la Zona de La Safor: Naturaleza, Cultura y Aventura
La comarca de La Safor, situada en el sureste de la provincia de Valencia, es un auténtico paraíso para los amantes del senderismo. Rodeada de montañas que caen hacia el Mediterráneo y salpicada de pueblos con encanto, ofrece una red de rutas que combinan naturaleza, cultura e historia. Desde paseos familiares entre naranjos hasta ascensiones exigentes a cimas con vistas espectaculares, la Safor es un destino imprescindible para quienes disfrutan recorriendo caminos y descubriendo paisajes.
La Safor: un entorno privilegiado para caminar
La comarca toma su nombre del Macizo del Montdúver y la Safor, un conjunto montañoso que se eleva entre el mar y el interior valenciano. Aquí confluyen paisajes muy diversos:
- Valles fértiles cubiertos de naranjos.
- Barrancos profundos y espectaculares, como el del Infierno.
- Acantilados y cuevas que guardan secretos de la prehistoria.
- Cumbres como la del Mondúver (841 m) o la del Pico de la Safor (1.013 m), con vistas que alcanzan hasta Ibiza en los días claros.
El clima mediterráneo, con inviernos suaves y veranos cálidos, permite practicar senderismo prácticamente todo el año, aunque la primavera y el otoño son las estaciones más recomendadas.
Rutas imprescindibles de senderismo en La Safor
1. La Ruta de los Monasterios
Uno de los itinerarios culturales más conocidos de la Comunidad Valenciana. Une cinco monasterios históricos —Sant Jeroni de Cotalba, Corpus Christi de Llutxent, Santa María de la Valldigna, Aguas Vivas y la Murta— a lo largo de unos 90 kilómetros.
El tramo que pasa por La Safor incluye el Monasterio de Sant Jeroni de Cotalba, en Alfauir, y el Real Monasterio de Santa María de la Valldigna, en Simat. Es una ruta perfecta para quienes buscan combinar naturaleza con patrimonio histórico y espiritual.
2. El Barranco del Infierno (La Vall de Laguar)
Aunque se encuentra en el límite sur de la comarca, es una de las rutas más espectaculares y conocidas de la zona. Conocida como la “Catedral del Senderismo”, esta ruta circular incluye más de 6.500 escalones excavados en piedra por los moriscos. Recorre barrancos profundos, fuentes naturales y antiguos bancales agrícolas, ofreciendo una experiencia única para senderistas exigentes.
3. El Mondúver desde Xeresa
El Mondúver es la montaña más emblemática de la Safor. Desde la localidad de Xeresa parte una ruta que asciende hasta su cumbre (841 m). El recorrido atraviesa pinares, matorrales mediterráneos y zonas rocosas, con panorámicas constantes sobre la costa.
En días despejados, desde la cima se puede contemplar el Golfo de Valencia, la Albufera, y hacia el sur, incluso el Montgó y la isla de Ibiza en el horizonte.
4. La Cova del Parpalló
Situada también en el macizo del Mondúver, esta cueva es un enclave de gran interés arqueológico, ya que alberga una de las colecciones más importantes de arte paleolítico de Europa.
La ruta hasta la cueva combina un sendero natural con una visita cultural. El camino discurre entre pinares y roquedos, y al llegar, el visitante descubre un espacio donde hace más de 15.000 años los primeros habitantes de la zona dejaron grabados y pinturas.
5. El Pico de la Safor desde Villalonga
Con sus 1.013 metros, el Pico de la Safor es la cumbre más alta de la comarca. La ruta clásica comienza en Villalonga y asciende por un sendero exigente que atraviesa el impresionante Barranco de la Parra.
Durante el recorrido se disfruta de vistas espectaculares hacia el valle del Serpis y, en la cima, una panorámica de 360 grados que abarca desde el mar Mediterráneo hasta el interior montañoso.
6. La Vía Verde del Serpis
Para quienes buscan una ruta más accesible y familiar, la Vía Verde del Serpis es perfecta. Aprovecha el antiguo trazado del tren que unía Alcoy con Gandía y recorre el valle del río Serpis.
El tramo entre Villalonga y Lorcha es el más conocido: un camino llano que atraviesa túneles, puentes y gargantas estrechas junto al río. Es ideal tanto para caminar como para hacer en bicicleta, y permite disfrutar de la naturaleza sin grandes desniveles.
Senderismo para todos los niveles
La Safor ofrece itinerarios para cada tipo de senderista:
- Familiar: Vía Verde del Serpis, paseos entre naranjos en la llanura costera o rutas cortas en Tavernes de la Valldigna.
- Cultural: Ruta de los Monasterios o visita a la Cova del Parpalló.
- Deportiva: ascensiones al Mondúver o al Pico de la Safor, con desniveles exigentes.
- Aventura: Barranco del Infierno o travesías largas que enlazan varias localidades.
Consejos prácticos para el senderista en La Safor
- Época recomendada: primavera y otoño son las mejores estaciones. En verano, conviene salir temprano para evitar el calor.
- Equipo: calzado de montaña, protección solar, agua abundante y algo de comida ligera.
- Respeto por la naturaleza: no dejar basura, evitar salirse de los senderos y respetar la flora y fauna local.
- Seguridad: algunas rutas, como el Barranco del Infierno o el Pico de la Safor, requieren buena forma física. Es recomendable consultar la dificultad antes de iniciar la caminata.
- Señalización: la mayoría de rutas están bien señalizadas con marcas de PR (pequeño recorrido) o GR (gran recorrido), pero conviene llevar mapa o GPS.
Más allá del senderismo: cultura y gastronomía
El senderismo en La Safor no es solo caminar; es también una oportunidad de descubrir pueblos llenos de historia y disfrutar de la gastronomía local.
- En Gandía, cuna de los Borja, se puede visitar el Palau Ducal y el casco histórico.
- En Simat, el monasterio de Santa María de la Valldigna es un referente cultural.
- En los pueblos del interior, como Rótova o Villalonga, la gastronomía destaca por los arroces, la fideuà y la repostería tradicional.
Combinar una jornada de senderismo con una comida en un restaurante local es la mejor manera de completar la experiencia.
Conclusión
El senderismo en la zona de La Safor es mucho más que deporte: es una forma de conectar con la naturaleza, viajar en el tiempo a través de monasterios y cuevas prehistóricas, y descubrir una comarca llena de contrastes.
Desde rutas sencillas y familiares hasta desafiantes ascensiones de montaña, cada camino ofrece una experiencia única. Y siempre con el mar Mediterráneo como telón de fondo.
Quien visita La Safor con botas de montaña no solo se lleva el recuerdo de paisajes espectaculares, sino también la hospitalidad de sus pueblos y el sabor de su gastronomía. Sin duda, un destino imprescindible para los amantes del senderismo.

















